La anatomía de Leonardo da Vinci
Viendo la serie Dahmer me vinieron a la memoria los increíbles dibujos de anatomía de Leonardo da Vinci. Me pregunté si el Carnicero de Milwaukee los habría visto, porque le pudieron servir de gran ayuda (aún casi quinientos años después) por su extraordinario realismo y fidelidad de representación del cuerpo humano.
Los estudios anatómicos de Da Vinci son bellos, minuciosos, didácticos e increíblemente fieles. Como en otras muchas otras materias de su ciencia, las investigaciones de anatomía de Leonardo da Vinci estaban muy por delante de su época.
«He querido conocer y comprender la naturaleza humana, saber qué se encontraba en el interior de nuestro cuerpo. Durante noches enteras he diseccionado cadáveres, desafiando así la prohibición de los papas».
Leonardo da Vinci.
- Definición y antecedentes
- Las primeras nociones de anatomía de Leonardo da Vinci
- Milán: primeros estudios anatómicos de Leonardo da Vinci
- Vuelta a Florencia: periodo anatómico productivo
- Segunda etapa milanesa
- Roma y sacrilegio
- Francia y dispersión de los manuscritos
- Sobre la figura humana, el tratado de anatomía de Leonardo da Vinci, nunca editado
- ¿Dónde ver los trabajos anatómicos de Leonardo da Vinci? La Colección Windsor
- Arte y anatomía
- Disecciones de Leonardo da Vinci
- El dibujo como demostración visual
- La concepción del cuerpo humano de Leonardo da Vinci
- Cabeza
- Huesos y músculos
- El sistema vascular
- El sistema nervioso
- El feto
- Otras partes del cuerpo humano
Definición y antecedentes
¿Qué entendemos por anatomía?
La anatomía es la ciencia que estudia la estructura, la forma y las relaciones que existen entre las partes que constituyen a los seres vivos.
La anatomía en la Antigüedad
En cuanto al nacimiento de la disciplina, es complicado identificar a sus pioneros. Existen documentos de disecciones en Alejandría helenizada de los Ptolomeos (después del 323 a.C.) y de un cierto auge por el conocimiento del cuerpo humano.
Pero la figura más relevante sería Claudio Galeno (129-216), ilustre médico griego. El primero en conocer el esqueleto en su totalidad, la estructura más fácil de estudiar debido a su capacidad de conservación. Para el conocimiento de los órganos utilizaba a animales mediante la comparación con humanos. Este fue un recurso utilizado con asiduidad, incluso por Leonardo.
Hasta la llegada del Cristianismo y del Islam, se realizaron algunas disecciones (normalmente a criminales ajusticiados o muertos en batallas) e intentos de comprender la estructura del cuerpo humano, pero ningún estudio importante del que tengamos constancia.
La anatomía en la Edad Media
Tanto el Cristianismo como el Islam rechazaban la disección, la mejor técnica para aprender el funcionamiento del cuerpo humano.
El Islam directamente prohibía la disección, ya que el hombre tiene que «entrar en la muerte tal y como entró en la vida».
El Cristianismo asociaba la integridad corporal a la resurrección. El cuerpo era sagrado. Una disección se consideraba un sacrilegio. También existía la idea de que tocar a los muertos podía mancillar a los vivos. Digamos que, para el Cristianismo de la época, a los muertos había que dejarlos descansar en paz.
Todos estos pensamientos vinculados a la religión obstruyeron el progreso de la anatomía, que no empezó a desarrollarse hasta la relajación de las estrictas normal culturales y religiosas que llegó con el Renacimiento italiano.
La anatomía en el Renacimiento
Existe, con el Renacimiento, un cambio de paradigma. Los médicos empiezan a buscar la manera de practicar disecciones: compran cadáveres de torturados, aprovechan a enfermos que terminan muriendo en los hospitales o a vagabundos que nadie reclama. Así la disección, aunque no fuera vista con buenos ojos, ya se va poco a poco normalizando.
Por su parte, los artistas, en su afán en representar la realidad, estudian anatomía. Tanto para representar fielmente el cuerpo humano, como para reflejar de manera auténtica, a la vez que bella, su movimiento.
A mediados del siglo XV la anatomía era uno de los conocimientos básicos en la formación de cualquier artista.
Las primeras nociones de anatomía de Leonardo da Vinci
Será en el taller de Andrea del Verrocchio donde Leonardo aprenderá todo lo necesario para ser pintor, escultor y arquitecto. Parte de la formación se fundamentaba en el conocimiento de nociones de óptica, perspectiva, geometría y anatomía.
Parece que ya, en esta etapa de aprendizaje, pudo asistir Leonardo a sus primeras disecciones. No queda claro si de la mano del mismo maestro Verrocchio o un poco más tarde en el taller de los hermanos Pollaiolo, conocido por sus excelentes clases de anatomía y donde parece que también se practicaban disecciones.
Desde sus primeras obras, Leonardo, ya supo plasmar sus conocimientos de anatomía. Un ejemplo claro es su San Jerónimo penitente. Aunque inacabado, podemos apreciar que tanto los músculos y tendones del cuello como del hombro están representados con un naturalismo muy superior al de los pintores coetáneos a Da Vinci. Y eso que aún le quedaría mucho por aprender en la materia.
Milán: primeros estudios anatómicos de Leonardo da Vinci
En 1482 Leonardo pone rumbo a Milán. Durante su estancia allí asiste como espectador a diversas disecciones, algunas de ajusticiados en la horca. Hacia 1487 realiza sus primeras nueve hojas de dibujos sobre disecciones.
Ansia de conocimiento
Estos primeros estudios aún se tratan de dibujos simples, si comparamos con los realizados más adelante, pero ya se ha sembrado el germen de la curiosidad por la anatomía. Como en muchas otras materias (aeronáutica, hidráulica, óptica…) la pasión entra en la mente de Leonardo y no puede contenerse. Debe ir más allá de lo estrictamente necesario para ejecutar su arte. Ya necesita saberlo todo, llegar hasta el final.
A partir de 1489, Leonardo se plantea componer una obra de anatomía con el título: Sobre la figura humana. Desea mostrar a los artistas, pero también a los médicos, el fruto de sus investigaciones que piensa les pueden ser de utilidad. Como es propio de Leonardo, siempre más interesado en investigar que en ordenar, esto nunca se llevó a cabo. Después de este primer periodo de cierto furor anatómico, que va desde 1487 a 1493, no retomará la idea hasta después de 1510.
Anatomía y Hombre de Vitruvio
Los estudios iniciales anatómicos propios le servirán a Leonardo para ejecutar su propio estudio de proporciones humanas. Junto con Francesco di Giorgio, descubre en la cercana Universidad de Pavía, el estudio de proporciones humanas de Marco Vitruvio.
Valiéndose de los conocimientos de anatomía adquiridos, los utiliza para ejecutar su Hombre de Vitruvio, basado en el estudio anterior de Vitruvio pero con sus propias aportaciones y alteraciones.
Vuelta a Florencia: periodo anatómico productivo
Después de la entrada del rey francés Luis XII en Milán, un periodo fugaz en Mantua y Venecia, Leonardo regresa en el 1500 a Florencia donde permanecerá hasta 1508, aunque con periodos de ausencia por los viajes por el centro de Italia con César Borgia y algunas estancias en Milán. Durante ese periodo frecuenta de manera recurrente el hospital de Santa Maria Nuova, allí parece que mantiene contacto con par de médicos (Antonio Benivieni y Andrea Cattanio) que le proporcionan acceso a la realización de autopsias y a presenciar intervenciones quirúrgicas.
A la par, la justicia del gobierno de Florencia pone a disposición de los médicos los cuerpos de los condenados a muerte para poder ser diseccionados. Leonardo aprovecha la circunstancia para realizar una decena de disecciones. Se trata del periodo más productivo para sus estudios anatómicos.
La autopsia del anciano centenario
Durante el invierno de 1507 y 1508, poco antes de marchar de Florencia, Leonardo, realiza la famosa autopsia del anciano centenario en el hospital de Santa Maria Nuova. En sus escritos indica que pudo conversar con el anciano poco antes de su muerte. Este le dijo que ya tenía más de cien años y que no sentía dolor, solo debilidad. Leonardo escribe que el anciano murió: «sin ningún movimiento ni señal de ningún percance».
Después pasa Leonardo a explicar como realizó la autopsia: «lo diseccioné para ver la causa de tan dulce muerte, que encontré que era un desmayo por falta de sangre a la arteria que nutre el corazón y las demás partes de abajo, que encontré muy secas, flacas y marchitas». Se trata del primer diagnóstico de muerte por arteriosclerosis. Leonardo supo describir de manera clara, mediante palabras escritas, y de una magistral manera gráfica, a través de sus dibujos de los músculos y venas, el cuerpo del anciano fallecido.
Segunda etapa milanesa
Entre 1508 y 1513 se establece de nuevo en Milán y al servicio de Charles d’Amboise, el nuevo gobernador del ahora ducado francés. Continuó, de manera aún más intensa, los estudios de anatomía. Añade algunas notas al cuaderno iniciado en 1489 en el intento de completar un tratado anatómico (Sobre la figura humana). Se interesa por el funcionamiento de los pulmones y el corazón, además de por la biomecánica del aparato locomotor.
Colaboración con Marcantonio della Torre
Hacia 1510 Leonardo conoció a Marcantonio della Torre, médico y profesor de anatomía en la Universidad de Pavía, quien le proporcionaba «material» para las disecciones y del que Leonardo pudo aprender durante el análisis en sus clases de una veintena de cadáveres. Mientras el profesor impartía la clase y sus alumnos trabajaban en los cuerpos, Leonardo aprovechaba para dibujar y anotar.
De esta colaboración se aprecia una mejora y refinamiento en los dibujos de Leonardo. Pasa a realizar láminas temáticas, con representaciones innovadoras en diversas posiciones, adelantándose casi quinientos años a las actuales imágenes ofrecidas por un escáner en 3D. Son verdaderas obras de arte y a la vez increíblemente fieles y descriptivas. Sus dibujos ofrecen la ventaja de comprender las estructuras del cuerpo humano de manera inmediata, en un solo vistazo.
Desgraciadamente, esta fructífera colaboración no duró mucho, ya que Marcantonio della Torre falleció en 1511, víctima de una epidemia de peste.
Roma y sacrilegio
En 1513 Leonardo, que ya cuenta con sesenta y un años, marcha para siempre de Milán. Su nuevo destino será Roma bajo la protección de Giuliano de Medici, hermano del papa León X. Consigue realizar algunas disecciones en el Hospital del Santo Spirito. No existe documentación de este periodo, hay que tener en cuenta que se estima que solo un 40% de la producción manuscrita de Leonardo da Vinci ha llegado a nuestros días. Al parecer, sus estudios anatómicos de esta época se centraron en la reproducción y el proceso embrionario. Esto no era bien visto por algunos de los detractores de estas prácticas que las consideraban sacrílegas. Consiguieron que el papa prohibiera a Leonardo el acceso a la sala de autopsias del hospital bajo la acusación de herejía.
Francia y dispersión de los manuscritos
Aceptando la oferta del rey francés Francisco I, en 1513 Leonardo se traslada a Amboise, a la mansión de Clos-Lucé. Será su último destino y el lugar de su fallecimiento. Durante su estancia en Francia, Leonardo intenta, por última vez, poner orden en sus manuscritos y conformar el ansiado tratado de anatomía.
En 1517, durante una visita del cardenal Luis de Aragón, su secretario, Antonio de Beatis indica que Leonardo «ha compuesto un libro de anatomía muy singular, ilustrado con dibujos, los miembros, los músculos, los nervios, las venas, las diferentes partes de las entrañas».
Leonardo da Vinci muere el 2 de mayo de 1519 y dona sus manuscritos, en los que se incluyen todos sus trabajos de anatomía, a su fiel discípulo Francesco Melzi. Este recibe el encargo de producir los tratados que le sean posibles sobre los diversas temáticas en las que se sumergió el genio florentino, pero únicamente le da tiempo a conformar el Tratado de la pintura, que no será publicado hasta 1651.
Sobre la figura humana, el tratado de anatomía de Leonardo da Vinci, nunca editado
Los textos manuscritos de Leonardo sobre anatomía son explicativos y van dirigidos a un posible lector, pero la escritura es especular. Aunque estaba pensada como una obra didáctica para su publicación, era necesaria la colaboración de un intermediario para proporcionar los textos en escritura ordinaria junto a los dibujos para su publicación. Melzi no supo, o no pudo, realizar esta labor de edición de los tratados sobre las diferentes materias de investigación del genio florentino.
Con la posterior dispersión de los cuadernos de Da Vinci, la publicación de la ciencia de Leonardo nunca se llevó a cabo. Desgraciadamente, no fueron divulgados sus conocimientos de anatomía (como los del resto de materias) a sucesivos investigadores. Se habría producido un importante avance cualitativo para la disciplina.
Solo unos tres siglos después se empezaron a conocer sus investigaciones ante las que el mundo científico permaneció perplejo por su visionario adelanto a su tiempo.
¿Dónde ver los trabajos anatómicos de Leonardo da Vinci? La Colección Windsor
La casi totalidad de los trabajos anatómicos de Leonardo da Vinci se encuentran reunidos dentro de la Colección Windsor ubicada en la Biblioteca Real del Castillo de Windsor, en Reino Unido. Allí se encuentran 215 de las 228 láminas totales de anatomía del polímata vinciano. ¿Pero cómo llegaron hasta allí?
A la muerte de Francesco Melzi fue su hijo, Orazio, quien heredó los manuscritos de Leonardo. No teniendo mucho interés en los mismos, terminaron gran parte de ellos en manos de Pompeo Leoni, coleccionista y escultor en la corte española de Carlos I. De los herederos de Leoni una parte de los cuadernos, que incluía una compilación de los trabajos de anatomía de Leonardo, fue adquirida por Thomas Howard, el Conde de Arundel. A su muerte, sus herederos donaron el material a la Royal Society y finalmente pasaron a formar parte de los fondos de la Biblioteca Real del Castillo de Windsor.
Tienes el privilegio de poder consultar en línea la mayoría de las láminas de anatomía de Leonardo da Vinci a través de la página web de la Colección Windsor.
Arte y anatomía
Los artistas del Renacimiento se proponen representar la figura humana con una presencia real, conseguir un reflejo fiel del cuerpo y de las emociones del alma. La primera razón del interés de Leonardo por la anatomía es para desarrollar mejor su arte, pero se le fue de las manos. Ya sabemos que cuando se apasionaba por un tema no cejaba hasta llegar al final.
Leon Battista Alberti en su tratado De pictura, explica un método de composición que consiste en imaginar en primer lugar donde se encuentran los huesos, después los músculos y más tarde dar a los huesos y músculos un revestimiento de carne y piel. Además, advierte, que antes de colocar una prenda sobre un cuerpo es necesario esbozarlo desnudo. Este método fue seguido por Leonardo, el cual puso mucho celo en entender bien la estructura del cuerpo humano para luego poder vestirlo.
Anatomía realista versus anatomía dramática. Leonardo versus Miguel Ángel
Tanto Leonardo da Vinci como Miguel Ángel fueron grandes artistas y conocedores de la anatomía humana. Ambos realizaron disecciones y estudios del cuerpo humano, pero su concepción de cómo deben utilizarse sus conocimientos anatómicos para representar su arte es totalmente divergente. No deja de ser un reflejo de sus antagónicas personalidades.
Leonardo da Vinci busca la verdad en sus obras. Músculos, venas, arterias y nervios se muestran con gran exactitud. Su anatomía es realista, funcional, se adapta dependiendo de la edad y del movimiento de los personajes. En cambio, Miguel Ángel, busca una intensa dramatización a través de una anatomía tensionada y una vigorosa representación del movimiento.
Leonardo aboga por la sobriedad y la exactitud, critica a los artistas que realizan representaciones caprichosas y exageradas de la musculatura. En lo que parece una alusión directa a Miguel Ángel, Da Vinci escribe sobre los pintores que «deseando parecer grandes dibujantes, crean desnudos leñosos y sin gracia, que a la vista parecen más bien sacos con nueces que superficies».
Leonardo da Vinci: búsqueda de la verdad
Para Leonardo es inseparable el arte y la ciencia en beneficio de la búsqueda de la verdad. El arte como una manera de comprender el misterio de la naturaleza humana. Ya no solo una representación verosímil, sino veraz. Por eso su obsesión por entenderlo todo para que así su arte fuera fiel reflejo de la verdad. Hasta el punto que, incluso cuando ya excedía lo necesario para pintar con realismo, su ansía de conocimiento y curiosidad le seguían empujando hasta conocerlo todo.
En su búsqueda, Leonardo, aprendió todo lo que pudo sobre anatomía, pero igual que con otras disciplinas que también eran reflejadas en sus pinturas: geología, botánica, dinámica de fluidos, óptica, perspectiva, podríamos decir que hasta psicología cuando escudriñaba los movimientos, gestos, expresividad y comportamientos de las personas a las que estudiaba en la calle.
Un ejemplo claro de esta conjunción de conocimientos de anatomía, gestualidad y psicología es su pintura narrativa de La Última Cena.
Disecciones de Leonardo da Vinci
Según un escrito de su discípulo Francesco Melzi, durante las disecciones realizadas por Leonardo era ayudado por uno o dos alumnos con la preparación del instrumental, la adecuación de la sala, la manipulación y conservación de las piezas diseccionadas. Cada cierto tiempo, Leonardo, haciendo alarde de una prodigiosa memoria visual, realizaba los dibujos y anotaba en sus cuadernos. En otras ocasiones, era él quien actuaba como alumno y ayudante del médico Marcantonio della Torre.
Condiciones de trabajo
Es admirable la labor anatómica de Leonardo da Vinci, más si tenemos en cuenta las condiciones rudimentarias en las que tenía que practicar las disecciones. Estas se realizaban en lugares ventilados, en estancias aisladas y preferiblemente en invierno. El hedor debería ser difícilmente soportable, así que era necesario proceder en estas condiciones. Normalmente, se realizaban al atardecer o por la noche, iluminado únicamente por velas y lámparas de aceite. El mismo Leonardo llegó a inventar una lámpara de ocho caras de cristal para conseguir una iluminación más uniforme. También los instrumentos de trabajo eran aún arcaicos y se iban mejorando con la propia experiencia. Nada que ver con los utensilios mecánicos que utilizaba Jeff Dahmer, el Carnicero de Milwaukee.
Para poder realizar estas disecciones era necesaria una curiosidad mayor que el miedo, tener un estómago fuerte, mano firme, capacidad de observación, una gran memoria visual, dotes de dibujante, dominio de la perspectiva y comprensión de la mecánica del cuerpo. Para hacernos una idea de lo que podía llegar a sentirse durante una disección, Leonardo dejó escrito: “podemos quizá notar una repulsión natural y, de no prevenirlo, podemos sentirnos abordados por el miedo de pasar las horas nocturnas en compañía de estos cadáveres descuartizados y de aspecto horrible”.
El dibujo como demostración visual
Los dibujos anatómicos era la manera que tenía Leonardo de ofrecer una lectura inmediata de las estructuras del cuerpo. En esto, su excepcional talento de dibujante, era una ventaja clara ante otros anatomistas de su época e incluso posteriores, que no tenían la capacidad de representación visual que poseía Leonardo.
No son dibujos esquemáticos, sus bocetos tienen perspectiva, sombreados, volumen, diferentes puntos de vista. No se trata solamente de una función estética, que no podemos dejar de apreciar, sino que Leonardo se afanó en representar los huesos, músculos, nervios, órganos, venas y arterias con el mayor realismo posible, casi como si lo tuviéramos delante de nuestros propios ojos y lo pudiéramos tocar.
Gracias a sus dibujos, Leonardo nos muestra el cuerpo humano como una máquina compuesta por piezas desmontables, con sus diferentes capas, casi como los actuales maniquíes de plástico con los que se aprende anatomía en las facultades de Medicina.
La concepción del cuerpo humano de Leonardo da Vinci
Leonardo no puede sustraerse de su mentalidad de ingeniero, concibe el cuerpo humano como una estructura mecánica, pero fiel a su idea de ver al hombre con un microcosmos que se rige por las mismas leyes del macrocosmos, es decir, por las leyes que rigen la naturaleza. El hombre es parte de ella y no puede abstraerse de la misma.
Conjunta conocimientos de fuentes antiguas como Galeno con otras disciplinas como la dinámica de fluidos, observaciones y experimentaciones propias. Así, Da Vinci, conforma una ciencia anatómica innovadora y particular que es descriptiva, artística, basada en la mecánica, pero funcional y reflejo de la naturaleza.
Anatomía comparada
Como ya haría Galeno cuatro siglos antes que Leonardo, se valió de la disección y comparación con la anatomía de los animales. En muchas ocasiones no era posible tener acceso a cuerpos humanos, en cambio, conseguir órganos animales con que los que poder experimentar era realmente fácil.
En algunos de sus dibujos realiza comparaciones directas con la anatomía de otros animales, intentando buscar analogías con aves, osos o caballos. La progresión de sus conocimientos anatómicos le hacen separarse con el tiempo de estas comparaciones con animales heredadas de Aristóteles o Galeno y pasa a dar más importancia a su propia observación del cuerpo humano.
Cabeza
Cráneo
A partir de 1489 Leonardo empieza a realizar estudios pormenorizados sobre el cráneo. Analiza la estructura externa e interna del mismo, el trayecto de las venas y los surcos donde se insertan los nervios sensoriales. Sitúa lo que los antiguos llamaban «sentido común», la zona donde confluían todos los sentidos, considerada por algunos el centro del pensamiento y por otros como la sede del alma.
Realiza cortes con una sierra y plasma sus observaciones en unos dibujos de increíble precisión. Son casi de sus primeras láminas anatómicas, pero ya la minuciosidad por el detalle, su intención de mostrar el mayor realismo posible, queda patente en la utilización de sombreados y de la perspectiva que consiguen el efecto tridimensional. Leonardo logra que podamos imaginar la cavidad del cráneo donde se aloja el cerebro.
Dentadura
El siguiente dibujo se considera la primera representación y estudio de la dentadura humana, anterior a la de Bartolomeo Eustachi en 1536 en su libro Libellus de dentibus. Podríamos afirmar que Leonardo da Vinci es pionero en la disciplina de la odontología.
En la lámina dibuja los cuatro diferentes tipos de piezas dentales: molares, premolares, caninos (que Leonardo denomina maestre) e incisivos. Indica el número de piezas de cada uno de la dentadura superior. En el texto de la columna inferior izquierda explica la función de cada uno y hace una analogía por la dentadura de los animales.
Cerebro
En el caso de los estudios de Leonardo sobre el cerebro se basa en los realizados por autores de la Antigüedad y de la Edad Media que imaginaban a los ventrículos cerebrales como tres cavidades redondeadas que albergaban las facultades mentales. En el primero estaría el llamado sentido común (senso comune) donde se encuentra la fantasía y la imaginación. El del medio sería el lugar del razonamiento. Por último, el tercero sería el lugar donde se almacena la memoria.
Esta conformación medieval no le convencía e hizo diferentes proposiciones y diseños a lo largo de su carrera anatómica. Abandonó este sistema tradicional de localización de las facultades mentales adoptando otros que, aunque tampoco fueran precisos, al menos sí se desviaban de la equivocada concepción medieval.
Ojos
La comprensión de la estructura del ojo estaba directamente relacionada con los estudios de óptica de Leonardo. De gran relevancia, puesto que la vista era el sentido predominante para Da Vinci y el ojo, al que denomina como «la ventana del alma». Además, en relación con la predominancia que le daba a la pintura sobre el resto de las artes, ya que esta era la única con la capacidad de darle todos los ingredientes necesarios a la vista para imitar la realidad.
En sus estudios sobre la estructura del ojo destaca la descripción del primer quiasma óptico (el lugar donde se cruzan los dos nervios ópticos) que se observa en el dibujo de arriba. Para poder discernir los diferentes elementos que existen dentro del ojo era necesario disecarlo para seccionarlo después, pero al cortarlo se deformaba. Leonardo recurrió a un ingenioso método: envolver el ojo en clara de huevo, cocerlo hasta que solidifique y cortarlo después, consiguiendo así que no se desparrame y poder realizar el análisis.
Labios y sonrisa
Para poder comprender como se producía la gestualidad de la cara, estudió los músculos motores de los labios y de la boca. Para Leonardo era necesario tener una base científica que diera solidez y razón empírica a su arte. Su afán por reflejar fielmente la realidad le llevaba a ser minucioso, preocupándose por los detalles. La boca y los labios no iban a ser menos, siendo fuentes de una amplia e importante gama de expresiones.
Este interés por conocer perfectamente la anatomía de los labios y la boca lo podemos ver reflejado en las sonrisas de muchos de los personajes de sus obras, y cómo no, en la famosa y enigmática sonrisa de la Mona Lisa.
Huesos y músculos
Representan una gran parte de sus estudios de anatomía. Buscaba ser preciso en todos los huesos que conformaban la figura humana y por partes, no existe un dibujo de todo el esqueleto completo. A este armazón le sumaba el estudio de los músculos y tendones que conforman cada parte del cuerpo. Después buscaba desentrañar la función mecánica, su acción de fuerza y palancas, los movimientos en los que huesos y músculos se veían implicados. Como si uno de sus ingenios mecánicos se tratara.
Columna vertebral
Leonardo da Vinci es quien ofrece la primera descripción fiel de la columna vertebral. En la imagen que puedes observar debajo, representa la columna vertebral tanto de perfil como de frente, describiendo acertadamente las cinco diferentes formas de las vértebras. En la parte inferior izquierda muestra tres piezas vertebrales separadas en las que se puede apreciar mejor su volumen y la manera en las que se ensamblan unas con otras.
Tronco, brazos y piernas
Leonardo afrontaba sus estudios de anatomía por partes. Las láminas se suelen centrar en una parte del cuerpo (salvo algunas excepciones), ya sea el tronco, los brazos o las piernas. Pero también realizando dibujos más pormenorizados de las manos o los pies.
También solía separar por láminas los huesos de los músculos, pero en ocasiones realizaba láminas con todos los elementos para que se pudiera apreciar donde se encontraba la intersección entre los huesos, los músculos, los tendones y los nervios. De igual modo, prestaba gran atención a mostrar los movimientos que permitía producir estructuras complejas como el hombro o la rodilla.
Mano
La mano era otra de las estructuras anatómicas a las que Leonardo daba gran importancia, debido a la gran cantidad de posibilidades gestuales que podía desarrollar, por lo que era imprescindible conocer perfectamente su funcionamiento.
Sorprende la gran cantidad de detalles que tienen sus dibujos sobre la mano, ya que, junto con el pie, son las estructuras más complejas del ser humano. A Leonardo no se le escapa detalle alguno mostrando cada uno de los huesos, músculos, tendones y nervios que la conforman.
Pie
«El pie es una pieza maestra de ingeniería y una obra de arte». Ya partiendo de esta premisa del propio Leonardo podemos entender la importancia que tenía esta estructura para él. Como ingeniero y propenso a establecer analogías, el pie era visto por Leonardo como si un puente se tratara, la compleja estructura del pie permite la absorción de los impactos, el equilibrio desde la base del cuerpo, infinidad de giros, realizar fuerza de diferentes maneras (andar, correr, saltar) y grados.
La icónica frase de Leonardo da Vinci sobre el pie («El pie es una pieza maestra de ingeniería y una obra de arte») es siempre utilizada por los amantes del descalcismo, movimiento barefoot o minimalistas, es decir, aquellos que abogan por no utilizar calzado o lo menos restrictivo posible. Podemos ver que esto no se trata de una moda y tiene un claro fundamento fisiológico. Leonardo, hace más de quinientos años, ya tenía claro que el pie no es una parte del cuerpo fea, necesitada de corrección desde el nacimiento, a la que hay que cubrir con artefactos que le impiden trabajar con libertad, como es la mayoría del calzado moderno: estrecho, rígido, amortiguado y que bloquea el movimiento. Cada vez más estudios concluyen que liberar al pie de restricciones lo hace más fuerte y sano.
El sistema vascular
En relación con el sistema vascular, Leonardo se basa en el modelo fisiológico erróneo de Galeno, que era aceptado en la época y que dio por bueno. En este sistema el hígado y el corazón comparten las funciones. El hígado rige el sistema venoso, mientras que las arterias parten del lado izquierdo del corazón. Más tarde, él mismo refutará esta afirmación, pero sin profundizar demasiado, con una pequeña nota en la que indica que el sistema venoso también parte del corazón. Parece que las investigaciones al respecto quedaron inconclusas. Es curioso que, consiguiendo desentrañar el funcionamiento del corazón (como veremos a continuación), no terminara de dar con la clave de la circulación sanguínea.
El dibujo de arriba está datado entre 1485-1490 y pertenece a sus primeros estudios donde establece un árbol vascular en el que muchos de los órganos no están bien definidos y mezcla estructuras humanas con otras de animales. Además, Leonardo, utilizó en esta representación un tinte pardo para el sistema venoso y otro verdoso para el sistema arterial, pero el tiempo ha terminado deteriorando el papel y ya casi no se distingue.
Corazón
El corazón es una de sus grandes y acertadas investigaciones anatómicas. Dedicó gran parte del tiempo y mucha de su atención a entender el funcionamiento del mismo. Se valió de sus investigaciones sobre el comportamiento de los fluidos en espiral y haciendo una analogía con la sangre supo discernir el funcionamiento del bombeo de la sangre dentro del corazón.
Leonardo descubrió los llamados senos de Valsalva, antes que el propio Antonio Maria Valsalva, a quien se debe el nombre por su descubrimiento unos doscientos años después. Pero ya sabemos que los estudios anatómicos de Leonardo da Vinci (como casi toda su ciencia) permanecieron por trescientos años ocultos.
En su afán de descubrir el funcionamiento del flujo de la sangre dentro del corazón y ante la imposibilidad de observarlo en vivo, ingenió la manera de realizar un corazón de cristal para así ver el flujo de la sangre. Con un corazón de toro y haciendo un molde en cera lo trasladó para fabricarlo en cristal.
No está claro si llegó a hacerlo realidad, pero lo que sí sabemos es que de esta o de otra manera, gracias a la observación y la utilización de la analogía con el comportamiento de los remolinos de agua que ya conocía, Leonardo supo entender como la sangre que era bombeada hacia arriba a la aorta se realizaba a través de la extensión de las tres valvas de la válvula, que luego se cierran al chocar con el remolino de sangre, para que esta no pueda descender. Este descubrimiento de la manera en la que se cierra la válvula aórtica no fue aceptado hasta cuatrocientos cincuenta años más tarde.
El sistema nervioso
Da Vinci tiene la capacidad de seccionar los nervios del cuerpo con gran precisión y paciencia fuera de lo común. Parece que su oficio de pintor le ayuda a realizar un trabajo realmente complejo para el que es necesario un dominio excepcional del pulso y de la mano.
En sus estudios sobre el sistema nervioso resulta innovador en relación con los autores de la Antigüedad, a los que tiene que desmentir en muchas ocasiones. Establece la médula espinal como un «árbol de todos los nervios; está demostrado que todos ellos tienen su origen en la médula espinal, y esta, en el cerebro».
El feto
El misterio de la vida fue otro de los temas que le apasionaron a Leonardo y que se dispuso a descifrar. Sus investigaciones de anatomía culminan, paradójicamente, con la búsqueda del conocimiento sobre el origen de la vida humana.
Leonardo es el primero en representar la posición del feto humano. Es cierto que comete varios errores que se pueden achacar a que no tuviera la posibilidad de realizar disecciones a cadáveres femeninos en gestación. Se sirvió de la observación en otros animales como ovejas y vacas.
En el magnífico y bellísimo dibujo que puedes contemplar arriba, Leonardo presenta un feto rodeado por el cordón umbilical y sus membranas. La placenta es de tipo bovino, ya que no tenía nociones de cómo era una placenta humana. Se basó de nuevo en una comparación animal, esta vez sin éxito.
En la misma lámina vuelve a realizar otra analogía, ahora con la botánica, que por esas fechas también se encontraba estudiando. Equipara la forma en la que se desarrollan las semillas (e introduce bocetos de las mismas debajo del gran dibujo del feto) con las de los embriones humanos.
Otras partes del cuerpo humano
La anatomía de Leonardo da Vinci fue muy completa y minuciosa. No quiso dejar ninguna parte del cuerpo humano sin analizar y comprender. En todo caso, el tiempo es finito y muchas de sus investigaciones anatómicas quedaron inconclusas o pendientes de revisión.
Además de las partes del cuerpo que hemos presentado, Leonardo hizo también investigaciones sobre el aparato digestivo, el sistema pulmonar y los órganos reproductores del hombre y de la mujer.
Desgraciadamente, su ansiado tratado de anatomía nunca vio la luz, le faltó tiempo y le sobrevino la muerte. Con esta humilde aportación he pretendido que puedas hacerte una idea de la relevancia, belleza y genialidad de los estudios de anatomía de Leonardo da Vinci.
«Lo que he buscado mediante mis trabajos, y particularmente a través de mis pinturas, lo que he buscado a lo largo de mi vida, es comprender el misterio de la naturaleza humana».
Leonardo da Vinci.
Imágenes: Colección Windsor (https://www.rct.uk) y Wikimedia Commons.