El Hombre de Vitruvio
¿Cuál es el significado del Hombre de Vitruvio de Leonardo da Vinci, este hombre con los brazos y piernas extendidas dentro de un círculo y un cuadrado? Pues bien, este llamado Hombre de Vitruvio es un estudio sobre los cánones de las proporciones humanas. La búsqueda del ser humano perfecto por su armonía y belleza.
El Hombre de Vitruvio fue realizado por Leonardo da Vinci hacia 1490 en tinta y papel, algo más grande que un folio: 34,4 x 25,5 cms. Permanece a buen recaudo en la Galería de la Academia de Venecia (Gallerie de’ll Accademia) donde solo se expone cada diez años por razones de conservación.
Leonardo da Vinci se basó en los estudios previos de arquitectura y proporciones del arquitecto militar del Imperio Romano: Marco Vitruvio para realizar su afamado dibujo explicativo de los cánones de proporción del ser humano.
- Antecedentes
- ¿Quién era Marco Vitruvio?
- El Hombre de Vitruvio de Marco Vitruvio
- El Hombre de Vitruvio de Francesco di Giorgio
- El Hombre de Vitruvio de Giacomo Andrea da Ferrara
- El Hombre de Vitruvio de Leonardo da Vinci
- El Hombre de Vitruvio: ¿un autorretrato?
- El poder de la colaboración
- El Hombre de Vitruvio de Leonardo da Vinci: icono cultural
Antecedentes
Para entender el porqué Leonardo da Vinci se interesa en realizar este estudio de proporciones humanas, que es el Hombre de Vitruvio, tenemos que remontarnos al Milán de 1487. De un primer reto: el proyecto del tiburio de la catedral de Milán, los acontecimientos le llevarán a interesarse por los estudios sobre proporciones de Marco Vitruvio.
El tiburio de la catedral de Milán
En 1487 las autoridades de la ciudad de Milán buscan ideas para rematar con un tiburio (también llamado cimborrio) su magnífica catedral gótica. Para Leonardo es la oportunidad de acreditarse como arquitecto.
En el Milán de la época existía una favorable atmósfera artística donde poder realizar intercambios de ideas y establecer colaboraciones. Y aunque en 1490 el fallo del concurso del tiburio no le fue favorable, durante el proceso ya había conseguido establecer amistad con uno de los arquitectos más importantes de la Italia del Quattrocento: Donato Bramante.
Leonardo da Vinci: arquitecto
Leonardo da Vinci era un animal sociable, que sabía moverse con naturalidad dentro de la sociedad artística y científica milanesa. Esto le permitió aprender de los diferentes arquitectos que colaboraban en las distintas propuestas para el tiburio de la catedral. Durante esta primera etapa milanesa existe un gran interés por la arquitectura por parte de Leonardo. De esta época son muchos de sus famosos dibujos de iglesias de planta central.
Durante el proyecto del tiburio, Leonardo, se ganó una reputada fama como arquitecto al presentar un meticuloso estudio sobre el estado de la catedral gótica de Milán, estableciendo una analogía (aprovechando sus conocimientos de anatomía) con el cuerpo de un enfermo.
Viaje a Pavía
En 1490, para la resolución del concurso del tiburio se llamó desde Siena al experto Francesco di Giorgio. Gracias a la buena reputación granjeada por Leonardo como consultor arquitectónico, ambos fueron requeridos por la ciudad de Pavía, a unos cuarenta kilómetros de Milán.
El encargo consistía en asesorar sobre el proyecto de construcción de la catedral de Pavía, de estilo renacentista, similar a los diseños de Bramante y a los dibujos del propio Leonardo. Buscando documentación para este proyecto, en la biblioteca de los Visconti que se encontraba dentro del Castillo de la Universidad de Pavía, encontraron un antiguo tratado arquitectónico de Vitruvio. El que serviría de referente para las diferentes versiones del Hombre de Vitruvio.
¿Quién era Marco Vitruvio?
Marco Vitruvio Polión fue un militar, ingeniero y arquitecto romano nacido hacia el año 80 a.C. Al mando de Julio César diseñó y construyó maquinaria de guerra. También trabajó como arquitecto, realizando un templo en Fano, que ya no existe. Suyo es el único libro conservado sobre arquitectura de la Antigüedad Clásica: De Architectura, conocido en la actualidad como Los diez libros de Arquitectura.
Brunelleschi ya lo utilizó como referente para medir las ruinas de los edificios en ruinas de la Roma clásica. Alberti también lo menciona en su tratado sobre arquitectura.
Vitruvio: macrocosmos y microcosmos
El tratado de arquitectura de Vitruvio interesa a Leonardo da Vinci y a Francesco de Giorgio porque expresa claramente la analogía entre el macrocosmos del Universo y el microcosmos del Hombre. Una idea que ya viene de Platón y de los filósofos antiguos y que entroncaba con el humanismo renacentista.
Llevando esta analogía al diseño de templos, Vitruvio indicó que este debería reflejar las proporciones del cuerpo humano: «La distribución de los templos depende de la simetría. Es imposible que un templo posea una correcta disposición si carece de simetría y de proporción, como sucede con las extremidades y partes del cuerpo de un hombre bien formado».
Esta concepción microcosmos (hombre) y macrocosmos (arquitectura) se convirtió en parte de la cosmovisión de Leonardo da Vinci y que adoptará para muchos más campos como la circulación de la sangre o la formación del terreno.
El Hombre de Vitruvio de Marco Vitruvio
Marco Vitruvio establece una serie de medidas que considera son las proporciones de un hombre bien formado y que deben ser iguales a las de un templo bien concebido.
No olvidemos que se trata en realidad de un estudio de proporciones para arquitectura, no un estudio de proporciones para pintura o escultura. En la Grecia Clásica ya algunos escultores como Policleto y Praxíteles realizaron estudios de proporciones, pero con el objetivo de ser una guía para el arte figurativo.
Vitruvio menciona unas proporciones del hombre muy concretas y precisas. Describe a un hombre con las manos y pies estirados, dentro de un círculo y un cuadrado, siendo el ombligo el punto central del cuerpo humano. Quizá por eso aquello de mirarnos el ombligo como señal de egocentrismo. A esto le añade una lista de medidas y equivalencias entre partes del cuerpo. Por ejemplo: establece que la altura es igual a la longitud de los brazos extendidos o que la longitud de la mano completa será la décima parte del hombre. En cambio, Vitruvio, no realiza ninguna representación gráfica al respecto.
El Hombre de Vitruvio de Francesco di Giorgio
Siguiendo la descripción de Vitruvio, Francesco di Giorgio, realizó al menos tres versiones de su Hombre de Vitruvio. Su objetivo era la traducción del latín al italiano del tratado de arquitectura de Marco Vitruvio y realizó los dibujos para acompañar a la descripción del arquitecto romano.
En el que vemos más a la izquierda, realiza un dibujo sugerente, aunque las proporciones no son muy exactas. En las otras dos versiones: utiliza el alzado de un templo y un plano para hacer una correspondencia de proporciones. Ninguno de los dibujos se podría decir que es una obra de arte y parecen, más bien, ensayos de la descripción de Vitruvio. Reflejan el hechizante interés que, tanto a él como a Leonardo, originaron los escritos de Vitruvio durante su viaje a Pavía en 1490.
El Hombre de Vitruvio de Giacomo Andrea da Ferrara
Giacomo Andrea de Ferrara formaba parte de los arquitectos e ingenieros que trabajaban en la corte de Ludovico Sforza en Milán. Luca Pacioli, en la dedicatoria de su obra La Divina Proporción (De Divina Proportione), después de mencionar a Leonardo, añade a Giacomo Andrea da Ferrara, al que presenta como amigo del florentino y «apasionado seguidor de las obras de Vitruvio».
Leonardo indica en sus manuscritos una cena que tuvo lugar el 24 de julio de 1490 (dos semanas después de que volviera con Francesco di Giorgio de Pavía) en la casa de Giacomo Andrea y a la que además asistió con Salai (dos días después de que, con solo diez años, se convirtiera en su ayudante). Puede que en esa cena los dos amigos hablaran del manuscrito de Marco Vitruvio encontrado en la biblioteca del Castillo de Pavía perteneciente a la universidad. Quizás discutieran sobre las interpretaciones que, tanto Francesco di Giorgio como Leonardo, hacían de las indicaciones de Vitruvio y cómo resolverlo en una composición gráfica.
De esta forma, Giacomo Andrea pasó a realizar su propia interpretación y lo resolvió de manera diferente a como lo hiciera Francesco di Giorgio. El círculo y el cuadrado no comparten el mismo centro, situándose este último un poco más arriba. La figura de Giacomo Andrea extiende los brazos en una posición más alta, cerca de la altura de la cabeza. El ombligo sigue siendo el centro del círculo, pero los genitales serán el centro del cuadrado.
Este Hombre de Vitruvio de Giacomo Andrea de Ferrara no se descubrió hasta los años ochenta del siglo pasado por el historiador Claudio Sgarbi. Encontró una edición ilustrada del tratado de Vitruvio que se hallaba en un archivo de Ferrara, en el que nadie había reparado hasta entonces y donde figuraba el dibujo de Giacomo Andrea.
El Hombre de Vitruvio de Leonardo da Vinci
Cabe suponer entonces que Leonardo da Vinci, antes de proceder a su interpretación final de su Hombre de Vitruvio ya había discutido el problema con Francesco di Giorgio y Giacomo Andrea de Ferrara.
Leonardo siempre iba más allá y cuando se enfrentaba a un nuevo reto quería llegar hasta el final. Lo convertía en una búsqueda apasionada de la verdad. No era suficiente esbozar un bonito dibujo que ilustrara de manera rápida y sencilla la descripción de Vitruvio. Su afán de perfeccionismo le llevaba a realizar el mejor estudio de proporciones humanas con la mejor ilustración posible para comprenderlo.
Así que utilizando los ya importantes conocimientos que disponía sobre anatomía y geometría, se lanzó a realizar un estudio meticuloso, científico y, sobre todo, de extraordinaria belleza artística. El resultado no tiene comparación con las interpretaciones de sus amigos ni en lo científico, pero desde luego tampoco en lo artístico. Leonardo era incapaz de no hacerlo hermoso, pero a la vez riguroso. Su arte y su ciencia iban siempre unidos.
El dibujo
En su interpretación gráfica de la descripción de Vitruvio, Leonardo determinó que el círculo descansaría sobre la base de un cuadrado. Es muy similar a la interpretación de Giacomo Andrea. Al igual que este, el centro del círculo será el ombligo y el del cuadrado los genitales.
Dentro dibujó dos posiciones del mismo hombre.
En una, las piernas rectas sobre el cuadrado, aunque la izquierda girada para poder apreciar la proporción del pie. Los brazos se hallan extendidos en paralelo con el suelo. Esta figura se inscribe dentro de los límites del cuadrado.
En la segunda figura, las piernas se encuentran abiertas unos 45º y los pies posados sobre el círculo. Los brazos abiertos, pero sobrepasando la línea paralela y llegando hasta la altura total del hombre. Esta figura se inscribe dentro de los límites del círculo.
La cabeza, coronada por una salvaje cabellera rizada, rostro simétrico, de mirada fija y desafiante, se comparte en las dos figuras. Por combinación pueden llegar a ser hasta dieciséis diferentes.
El dibujo revela un conocimiento notable de la anatomía, con detalles de los pies y manos. También incluye algunos trazos que dan perspectiva y pequeños sombreados. Se trata de una figura cautivadora por su movimiento y elegancia.
Las proporciones
Al igual que con su representación gráfica, en cuanto a la descripción de las proporciones, también Leonardo fue más allá. No se contentó con transcribir las medidas establecidas por Marco Vitruvio, realizó una revisión de las mismas y modificó en algo más de la mitad las equivalencias del romano. Y como no, el texto que incluye debajo del dibujo, se encuentra en su personalísima escritura especular.
Leonardo da Vinci añadió sus propias equivalencias valiéndose de la experiencia en sus estudios de anatomía y proporciones.
Estas son las medidas que dejó por escrito Leonardo da Vinci de su Hombre de Vitruvio:
- 4 dedos = 1 palma.
- 4 palmas = 1 pie.
- 6 palmas = 1 codo.
- 4 codos = altura del hombre.
- 4 codos = 1 paso.
- 24 palmas = altura de un hombre.
- La longitud de los brazos extendidos = altura de un hombre.
- Desde el nacimiento del pelo hasta la punta de la barbilla = décima parte de la altura de un hombre.
- Desde la punta de la barbilla a la parte superior de la cabeza = octavo de su estatura.
- Desde la parte superior del pecho al extremo de su cabeza = un sexto de un hombre.
- Desde la parte superior del pecho al nacimiento del pelo = séptima parte del hombre completo.
- Desde los pezones a la parte de arriba de la cabeza = cuarta parte del hombre.
- La anchura mayor de los hombros = cuarta parte de un hombre.
- Desde el codo a la punta de la mano = quinta parte del hombre.
- Desde el codo al ángulo de la axila = octava parte del hombre.
- La mano completa = décima parte del hombre.
- El pie = séptima parte del hombre.
- Desde la planta del pie hasta debajo de la rodilla = cuarta parte del hombre.
- Desde debajo de la rodilla al comienzo de los genitales = cuarta parte del hombre.
- La distancia desde la parte inferior de la barbilla a la nariz y desde el nacimiento del pelo a las cejas son iguales, y, como la oreja, igual a una tercera parte del rostro.
El Hombre de Vitruvio: ¿un autorretrato?
Algunos autores como Toby Lester creen ver el rostro del mismo Leonardo da Vinci en su Hombre de Vitruvio. Lo cierto es que, de lo que sabemos del genio vinciano sobre otros autores como Vasari, era bien proporcionado y mantenía una rizada caballera. Sumado a que el aspecto del rostro podría pertenecer a una persona de entorno a los 38 años, los que tendría Leonardo en 1490, lo pueden hacer factible.
Pero en cuanto a los posibles retratos y autorretratos de Leonardo da Vinci existen bastantes discrepancias. Y si no que se lo digan a Christian Gálvez que dedica todo un libro a esta cuestión (Leonardo da Vinci -Cara a cara-). Bien podría ser el mismo Leonardo, como uno de sus amigos, una figura salida de su imaginación o, incluso, una representación idealizada de él mismo. Es decir: un autorretrato idealizado de Leonardo da Vinci. A mí me gusta pensar que es así.
El poder de la colaboración
Y es que si el ser humano ha llegado lejos se debe a su capacidad de colaboración. Así también podría pensarlo Leonardo da Vinci. Que al igual que para sus inventos, se valía del conocimiento adquirido por sabios anteriores como de toda la información que, como aplicado y eterno alumno, absorbía de sus contemporáneos.
Para configurar su propio Hombre de Vitruvio, Leonardo intercambió pareceres, al menos, con Francesco di Giorgio y Giacomo Andrea da Ferrara. Posiblemente, también con el matemático y amigo Luca Pacioli, interesado por las proporciones. Con Pacioli colaboraría más adelante, realizando hermosos y didácticos dibujos para su tratado De Divina Proportione. Quizá también discutiría el problema con Donato Bramante y quién sabe si con alguien más. El ambiente milanés existente durante el concurso del tiburio de la catedral era propicio para el intercambio de saberes y alimentar con diferentes ingredientes la imaginación del genio florentino.
El Hombre de Vitruvio de Leonardo da Vinci: icono cultural
Fruto de esta colaboración, la interpretación que Leonardo da Vinci hace de los cánones del hombre que describió Marco Vitruvio es la más perfecta y bella. Esto ha convertido a este Hombre de Vitruvio de Leonardo da Vinci en un icono que va más allá de la ciencia y el arte. Es ya una parte de nuestro imaginario colectivo con miles de interpretaciones, muchas cómicas e ingeniosas.
El Hombre de Vitruvio de Leonardo da Vinci ha tenido un gran impacto en la cultura popular, siendo utilizado en una variedad de contextos y medios como la moda, el arte urbano, la música, la cultura pop y el cine.
El Hombre de Vitruvio de Leonardo da Vinci es un símbolo atemporal y cultural, la representación más universal y reconocible del ser humano.
Imágenes: Wikimedia Commons.